miércoles, 19 de abril de 2017

Carta de un criador

A quien corresponda:

Todo empieza como una afición de niños, el amor a esos seres de 4 patas que se roban paulatinamente pedacitos de nuestro corazón, uno siempre tiene una raza favorita aunque puedo dar fe de que quizás en el camino conozcas otras que te gusten por igual.
El objetivo es uno solo, ayudar a mejorar la raza de la que ahora siendo un adulto te encargas y es aquí que el viaje comienza, la emoción te embarga cuando estudias y lees los inicios de cada raza, cuando vas aprendiendo a leer un pedigree, cuando te aprendes de memoria estructura y fenotipo de perros que seguramente ya para la fecha no están ni vivos. Decides que quieres aportar tu granito de arena y que tú serás capaz de erradicar las enfermedades genéticas que trae cada raza por siglos de mala práctica, cuando te das cuenta ya tienes a tu perra gestando y empiezas a buscar nombres, a prepararlo todo, las visitas al veterinario son más frecuentes que a tus amigos, que por cierto ya casi no te queda ninguno porque nadie comprende qué es lo que haces ni por qué lo haces, muchas veces tu propia familia te juzga y te da la espalda porque al final "solo es un perro".
Tu perra deja de comer, sabes que años de lectura, exposiciones ganadas y perdidas darán sus frutos, sabes que tu campeona (porque en el fondo siempre lo será sin importar si trae o no a casa un trofeo o un listón) está lista para dejarte conocer aquello por lo que tanto luchaste pero no va a ser fácil, el parto es generalmente en la madrugada, debes cortar placentas, cordones umbilicales, pesar a cada cachorro y en ocasiones reanimar a alguno que no quiere despertar, lo lograrás a veces y a veces no, los designios de Dios son distintos a los nuestros; tienes pesados y con cinta todos los futuros campeones todos los futuros ladrones de sonrisas de almas y corazones, es realmente en ese momento que crees que puedes sentarte a descansar cuando inicia un camino de 16 días extenuante, lleno de alegrías y de tristezas, de sonrisas y lágrimas, sobre todo la falta de sueño durante éste tiempo pondrá a prueba tu capacidad de resistencia y paciencia, cada noche que pasa con todos los cachorros vivos es un triunfo y te aseguro que lo celebrarás como tal; la ropade calentador, el moño en la cabeza, el olor a sangre de la perra parida formarán parte de ti durante el tiempo que tengas a tus cachorros contigo. Pero nadie te explica qué pasa cuando algún cachorro no logra superar la 1era, 2da, 10ma, 15va noche, nadie te prepara psicológicamente para pasar de ser el ayudante de la madre a casi la madre del cachorro débil, biberones, termómetros, leche de fórmula, paños húmedos, calefacción a lado tuyo, quizás hasta descansar sentado con un cachorro entre tu pecho a las 3 de la mañana, y que no logre quedarse con nosotros, NADIE te prepara para ese tipo de pérdidas, las lágrimas, la impotencia, la decepción se apoderan de ti y te sientes fracasado, quieres abandonarlo todo. A veces mueren camadas enteras dependiendo de la raza que se tenga y te puedo asegurar que sientes que el mundo te dio la espalda, que no eres capaz de hacer lo que soñabas desde niño, miras como otras personas se llenan de cachorros y a veces los botan a la calle y tu te preguntas ¡por qué!. 
Día 17, los que lograron vivir se hacen fuertes, escuchas los primeros ladridos, ves colas moverse por todo el lugar, a veces ya sus madres no desean cuidarlos porque te cuento que son unos remolinos con cola, entre risas y suspiros los vez crecer ante tus ojos; aprendes que es mejor que cada cachorro tenga su tiempo para comer la papilla porque si los juntas luego tendrás que remover papilla de orejas, patas y colas.
Al final lo has logrado, sin importar qué número de intento sea, o si fue a la primera, los envías a sus nuevas casas y con suerte los verás como debutantes el año siguiente en pistas. Suspirarás por los que no están, suspirarás por los que no lograron llegar, pero te cuento amigo mío que suspirarás al observar que todo tu esfuerzo valió la pena y ahora te llaman CRIADOR. 

Carolina Messías